Tu vestido de novia representa mucho más que una prenda: es el resultado de meses de ilusión, elección y significado. Por eso, cuidarlo en cada etapa antes, durante y después de la boda es clave para mantenerlo impecable y disfrutarlo al máximo. A continuación te compartimos algunos tips que te ayudarán a conservarlo perfecto, con un toque práctico y elegante.
Antes de la boda: mantenlo impecable hasta el gran día
Una vez que te entreguen el vestido lo ideal es mantenerlo fuera de la bolsa y colgado correctamente para que conserve su forma. Pero si quieres un cuidado aún más profesional, la renta de maniquí es tu mejor aliada.
Colocar tu vestido en un maniquí evita arrugas, pliegues o deformaciones, y además te permite admirarlo con calma antes del gran momento. Es también una excelente opción para la sesión de fotos del getting ready, ya que se ve elegante y resalta cada detalle del diseño.
Tip: coloca el maniquí en un lugar fresco y ventilado, lejos del sol directo, y evita manipular el vestido constantemente.
Durante la boda: pequeños cuidados que hacen la diferencia
Al momento de vestirlo, hazlo siempre con ayuda de alguien más. Procura tener especial cuidado en no mancharlo con maquillaje y evita tener comida cerca.
Si el vestido es largo o con cauda, pide que alguien te ayude a levantarlo ligeramente al caminar o durante el transporte. Antes de salir de la habitación, revisa que todos los botones, cierres o broches estén bien ajustados.
Después de la boda: cómo conservarlo como recuerdo
Cuando todo haya pasado y tengas ese brillo de felicidad en cada foto, lo siguiente es guardar tu vestido de forma segura. Si planeas conservarlo, llévalo a una tintorería especializada en prendas de novia y pide que lo entreguen en una caja o funda de conservación.
Si decides venderlo, rentarlo o prestarlo, tenerlo limpio y bien almacenado hará que se mantenga perfecto por mucho más tiempo.
Cuidar tu vestido de novia es cuidar los recuerdos de uno de los días más especiales de tu vida. La renta de maniquí de Bride Thru te ayuda a mantenerlo impecable y lucirlo con elegancia durante el getting ready. Un detalle sencillo que hace toda la diferencia antes, durante y después de tu boda.
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